Pida a los niños que levanten las manos y se las miren. Pregúnteles cómo les ayudan las manos a jugar, trabajar y prepararse para ir a la Iglesia. Invíteles a hacer la mímica de cada respuesta. Luego pregúnteles cómo pueden las personas utilizar sus manos para ayudar a otras personas. Explique que los poseedores del sacerdocio pueden utilizar sus manos para dar bendiciones que nos ayudan y nos fortalecen.
Imprima las tarjetas 2 veces y recortelas. Ponga las tarjetas en la mesa, dadas vuelta. Por turnos, cada niño dará vuelta 2 tarjetas Si son iguales podrá retirarlas de la mesa y volver a jugar. Si son diferentes tendrá que darlas vueltas otra vez y será el turno de otro niño.
Otro juego que puede hacerse, quizás con niños más grandes, es mostrar todas las tarjetas, luego esconder una y los niños tienen que descubrir cual es la que falta. Puede pasar un niño a la vez a sacar una tarjeta.
Testifique que las bendiciones del Sacerdocio están disponibles para todos los niños de la Primaria. Pueden pedirle a sus padres o hermanos mayores, pero también el Obispo, sus Maestros Orientadores o los Misioneros estarían felices de poder bendecirlos.
Entregue una tarjeta a cada niño para que puedan usarlas cada vez que lo necesiten.