“Todo lo que concierne al bienestar económico, social y espiritual de la familia humana es y siempre será un tema de preocupación para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” – Ezra Taft Benson
El Señor está ansioso y dispuesto a bendecir a Su pueblo temporal y espiritualmente.
- En la sección 1, el presidente Benson presenta los principios fundacionales del programa de bienestar de la Iglesia. ¿De qué formas contribuyen esos principios a nuestro bienestar temporal? ¿De qué manera contribuyen a nuestro bienestar espiritual?
A la manera del Señor
El presidente Eyring y el presidente Uchtdorf analizan los principios básicos de bienestar y de prestar servicio unos a otros.
- Susan W. Tanner, “Fortaleciendo a las futuras madres”, Liahona, junio de 2005, págs. 20–24.
- Henry B. Eyring, “La preparación espiritual: Comiencen con tiempo y perseveren”, Liahona, noviembre de 2005, págs. 37–40.
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“Llegar a ser autosuficiente”, Leales a la fe, 2004, págs. 33–34.
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“Autosuficiencia”, Manual 2: Administración de la Iglesia, 2010, 6.1.1.
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“La autosuficiencia temporal”, Hijas en Mi reino: La historia y la obra de la Sociedad de Socorro, 2011, págs. 58–64.
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Pida a las hermanas que lean D. y C. 58:26–28 y luego hágales las siguientes preguntas: ¿Qué significa ser “[nuestros] propios agentes”? ¿Cómo podemos llegar a estar más “anhelosamente consagrados a una causa buena”? ¿Qué se enseña en estos versículos acerca de la autosuficiencia? Analicen las respuestas como clase.
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Escriba la palabra “Dependiente” en el lado izquierdo de la pizarra y la palabra “Autosuficiente” en el derecho. Pida a las hermanas que definan ambas palabras (en caso de que necesiten ayuda, dígales que consulten las páginas 33–35 de Leales a la fe). Pídales que hagan una lista de las formas en que dependen de otras personas y las formas en que son autosuficientes. ¿Por qué el Señor quiere que lleguemos a ser autosuficientes?
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Escriba en diversas hojas de papel los siguientes temas relacionados con la autosuficiencia: salud, educación, empleo, almacenamiento en el hogar, finanzas y fortaleza espiritual. Permita que cada hermana escoja uno de los temas que le interese e invítelas a leer al respecto en una copia de la sección 6.1.1 del Manual 2 (páginas 38–39). Pida a cada hermana que enseñe brevemente a la clase lo que haya aprendido de su tema, cómo se relaciona con la autosuficiencia y lo que puede hacer ahora para prepararse para ser autosuficiente en ese aspecto. ¿Cómo pueden esos esfuerzos bendecir a sus familias?
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Escriba en la pizarra los siguientes aspectos de la autosuficiencia: salud, educación, trabajo, economía y fortaleza espiritual. Asigne a cada hermana un pasaje de las Escrituras acerca de la oración (como los que se sugieren en esta reseña). Invítelas a escribir la referencia al lado de la palabra o frase de la pizarra que ella considere que describe su pasaje de las Escrituras. Pida a cada hermana que comparta su pasaje con la clase y que explique cómo se relaciona con el tema que escogió. Pida a las hermanas que elijan algo que harán para llegar a ser más autosuficientes en una de estas facetas.
- Invite a cada hermana a leer uno de los relatos de Hijas en Mi reino (págs. 58–64) acerca de mujeres que fueron autosuficientes en los albores de la historia de la Iglesia. Pida a las hermanas que cuenten esos relatos en sus propias palabras y que compartan lo que hayan aprendido sobre la autosuficiencia. ¿Qué pueden hacer para seguir esos ejemplos?
- Entregue a cada hermana cinco monedas, dos monedas o una moneda. Pídales que lean Mateo 25:14–29 para encontrar lo que sucedió con el personaje de la parábola al que se le dio la misma cantidad de dinero que se les entregó a ellas. Analice preguntas tales como: “¿Qué hicieron los tres siervos con el dinero que se les dio?” y “¿Cómo se relaciona esta parábola con la autosuficiencia?”. Invite a las hermanas a meditar en las cosas que Dios les ha dado y que les ayudarán a ser autosuficientes, tales como sus talentos, cualidades y habilidades. ¿Cómo pueden utilizan esas cualidades para llegar a ser más autosuficientes? ¿Cómo pueden utilizarlas para bendecir a sus familias?
- Henry B. Eyring, “Oportunidades para hacer el bien”, Liahona, mayo de 2011, págs. 22–26.
- Jeffrey R. Holland, “¿No somos todos mendigos?”, Liahona, noviembre de 2014, págs. 40-42.
- “Los esfuerzos de los miembros por cuidar al pobre y al necesitado, y por prestar servicio”, Manual 2: Administración de la Iglesia, 2010, 6.1.2.
Mediante el trabajo vigoroso, decidido y desinteresado cubrimos las necesidades materiales y cultivamos los atributos divinos.
- ¿Cuáles son algunos beneficios del “trabajo vigoroso y decidido”? (para algunos ejemplos, véase la sección 2). ¿Qué aspectos del trabajo disfruta usted más? ¿Qué podemos hacer para que los niños y los jóvenes aprendan a disfrutar del trabajo?
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Dieter F. Uchtdorf, “Dos principios para cualquier economía”, Liahona, noviembre de 2009, págs. 55–58.
- H. David Burton, “La bendición del trabajo”, Liahona, diciembre de 2009, págs. 37–40.
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Invite a las hermanas a ver el video “Fácil de guiar” y a buscar las bendiciones que se reciben al trabajar arduamente. Pida a las hermanas que analicen las bendiciones que han recibido debido a que trabajaron arduamente.
- Invite a una de las hermanas a compartir un talento con la clase y explicar lo que tuvo que hacer para desarrollar ese talento. ¿Qué la motivó a trabajar tanto para obtener su talento? Invite a otras hermanas de la clase a compartir experiencias en las que tuvieron que trabajar para lograr algo. ¿Por qué nuestro Padre Celestial quiere que aprendamos a trabajar?
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Entregue a cada hermana una referencia de las Escrituras acerca del trabajo (como las que se encuentran en esta reseña). Pídale que lea el pasaje y que piense en un ejemplo de su vida o de la vida de alguien que demuestre el principio que se enseña en esa Escritura. Invite a las hermanas a compartir sus pasajes de las Escrituras y los ejemplos que pensaron. ¿De qué forma el trabajo bendice nuestra vida?
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Utilice el sitio Trabajo de LDS.org para seleccionar declaraciones sobre el trabajo que crea que serán significativas para las hermanas. Entregue a cada hermana una de las declaraciones e invítela a leerla en silencio y a pasársela a la persona que se sienta a su lado. Pida a las hermanas que continúen así hasta que todas hayan leído cada una de las declaraciones. Coloque todas las citas en la pizarra e invite a cada hermana a seleccionar una que sea especialmente significativa para ella y a compartir por qué lo es. ¿Qué aprenden de esas citas acerca de la importancia del trabajo? ¿De qué manera el aprender a trabajar las bendecirá a ellas y a sus familias, ahora y en el futuro?
Cuando producimos y almacenamos alimentos, recibimos beneficios inmediatos y nos preparamos para las necesidades futuras.
- ¿Cuáles son algunas de las bendiciones que recibiremos al seguir el consejo del presidente Benson en la sección 3? Considerando sus circunstancias actuales, piense en lo que hará para seguir este consejo.
- Pregunte a las hermanas lo que ellas y sus familias hacen para prepararse para un desastre natural (por ejemplo, un terremoto o huracán). Como clase, lean los primeros tres párrafos del discurso del presidente Henry B. Eyring “La preparación espiritual: Comiencen con tiempo y perseveren”. ¿Cuáles son algunos “desastres espirituales” o pruebas que podríamos afrontar? ¿Qué podemos hacer para prepararnos espiritualmente? Entregue a cada hermana una parte del resto del discurso del presidente Eyring y pídales que busquen respuestas a estas preguntas. Invítelas a compartir lo que hayan encontrado.
En nuestro corazón hay paz y contentamiento cuando ahorramos un poco de nuestros ingresos y evitamos las deudas innecesarias.
- ¿Por qué cree que el uso prudente del dinero produce “paz y contentamiento”? Por el contrario, ¿qué podemos experimentar cuando no vivimos “dentro de [nuestras] posibilidades”? (Véase la sección 4).
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Robert D. Hales, “Seamos proveedores providentes temporal y espiritualmente”, Liahona, mayo de 2009, págs. 7–10; véase también el video “Seamos proveedores providentes”
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“Deudas”, Leales a la Fe, 2004, págs. 57–58.
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“Los diezmos y las ofrendas”, Para la Fortaleza de la Juventud, 2011, págs. 38–39.
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Preparad todo lo que fuere necesario: La economía familiar (folleto, 2007)
- Pida a las hermanas que expliquen cómo ciertas herramientas pueden ser útiles o perjudiciales dependiendo de cómo se utilicen (como una trampa para ratones, un martillo o una caja de cerillas; tal vez desee llevar el objeto a la clase a modo de ayuda visual). Muestre a las hermanas algo de dinero y pídales que expliquen el uso positivo y el negativo del dinero. ¿Cómo se puede utilizar para bendecir a los demás y para favorecer la obra del Señor?
- Escriba en la pizarra la siguiente declaración del élder Robert D. Hales: “Las dos palabras más amorosas son ‘Te amo’ y las cinco palabras más cariñosas… son: ‘No tenemos dinero para comprarlo’”. Invite a las hermanas a leer el relato del élder Hales de cuando quiso comprarle un vestido a su esposa (en su discurso “Seamos proveedores providentes temporal y espiritualmente”), o bien, muestre el video “Seamos proveedores providentes”. Pida a las hermanas que piensen y expliquen las posibles razones por las que el élder Hales dice que las palabras “No tenemos dinero para comprarlo” son las que representan más cariño. ¿Qué bendiciones recibimos al vivir dentro de nuestras posibilidades? ¿Cómo pueden las hermanas seguir el ejemplo de la hermana Hales? ¿Cómo puede ayudarles el ejemplo de ella cuando son tentadas a vivir más allá de sus posibilidades?
- Invite a las hermanas a hacer dos listas en la pizarra: pídales que en una describan lo que el mundo nos dice acerca de dinero y que en la otra describan lo que el Señor nos dice al respecto. Pida a las hermanas que lean los pasajes de las Escrituras que se incluyen en esta reseña y que busquen aspectos que puedan agregar a las listas. Pregúnteles qué pueden hacer ahora para comenzar a vivir de acuerdo con lo que el Señor enseña sobre el dinero. Invítelss a escribir sus ideas en la pizarra. Pídales individualmente que escojan una de las ideas de la lista en la que deseen comenzar a hacerla en esta semana. Invítelas a que hablen de sus planes, si se sienten cómodas de hacerlo.
- Pida a un miembro de la clase que lea D. y C. 19:35. ¿Por qué compara el Señor las deudas con la servidumbre? Pida aas hermanas que lean la sección “Deudas” en Leales a la Fe. Invite a la mitad de la clase a que busque razones por las que debemos evitar las deudas y a la otra mitad pídale que busque consejos sobre la manera de permanecer libres de deudas. Pídales que se enseñen unas a otras lo que aprendan y por qué creen que es importante para el Señor que nos mantengamos libres de deudas. ¿En qué forma influye en nuestra espiritualidad la manera en que administramos el dinero?
- Pregunte a las hermanas lo que piensan que la Primera Presidencia diría acerca de la administración de las finanzas. Escriba sus ideas en la pizarra. Entregue a cada miembro de la clase un ejemplar del folleto Preparad todo lo que fuere necesario: La economía familiar. Lean juntos el mensaje de la Primera Presidencia. ¿Qué consejo da la Primera Presidencia en cuanto a las finanzas? ¿Qué bendiciones promete? Asigne a cada miembro de la clase que lea uno de los “Elementos básicos de la economía familiar” y que haga un resumen con sus propias palabras para el resto de la clase. ¿Cómo pueden las hermanas aplicar esos principios en esta etapa de su vida? Cuente experiencias que haya tenido al aplicar esos principios e invite a las hermanas a hacer lo mismo.