Por qué necesito perdonar a los demás - Ven, Sígueme - Conexión SUD

¿Por qué necesito perdonar a los demás?

Con el fin de recibir el perdón de nuestros pecados, debemos perdonar a los demás. Perdonar a los demás nos permite superar los sentimientos de ira, de amargura o de venganza. El perdón puede sanar heridas espirituales y traer la paz y el amor que sólo Dios puede dar.

  • ¿Qué ha aprendido al perdonar a los demás? ¿Recuerda alguna ocasión en la que haya sentido paz y amor al perdonar a alguien?
  • ¿Por qué situaciones pasan las Mujeres Jóvenes en las que necesitan perdonar a los demás? ¿Qué necesitan aprender en cuando perdonarse a sí mismas? ¿De qué forma puede ayudar a las jovencitas a que aprendan a perdonar para que de esa manera sientan paz?
  • Nota: Si las jóvenes tienen dudas en cuanto al perdón en casos de abuso, sugiérales que busquen el consejo del obispo o presidente de rama.

Presentar la doctrina

Hagan aviones de papel y háganlos volar por el salón. Estas somos nosotras livianas y felices volando por ahí con los demás aviones. Pero hay veces que nuestra relación con alguna persona tiene roces y podemos tener diferencias o comer errores. Luego pegue una monedita en una de las alas. Esta monedita representa el rencor. Rencor que podemos sentir por las personas que nos hirieron, rencor hacia nosotras mismas por los errores que cometimos, rencor de la otra persona por lo que le hicimos o dijimos. Hagan volar otra vez el avión. Ahora le costará más debido a esta carga extra.

Aprender juntas

Pídales que piensen en alguna ocasión en la que hayan tenido que perdonar a alguien. Invítelas a contar su experiencia, si se sienten cómodas al respecto. ¿Qué sucedió como resultado? ¿Habría sido diferente la experiencia si no hubiesen perdonado?

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Es posible que lleves una pesada carga de sentimientos heridos ocasionados por otra persona que te haya ofendido seriamente. Tu reacción a esa ofensa puede haber distorsionado tu comprensión, por lo que te sientes justificado a esperar que esa persona te pida perdón para aliviar el dolor que sientes. El Salvador aclaró esa forma de pensar cuando mandó:

“Por tanto, os digo que debéis perdonaros los unos a los otros; pues el que no perdona las ofensas de su hermano, queda condenado ante el Señor, porque en él permanece el mayor pecado.

“Yo, el Señor, perdonaré a quien sea mi voluntad perdonar, mas a vosotros os es requerido perdonar a todos los hombres”.

No sigas llevando la carga de una ofensa. Pide con sinceridad perdón al que te haya ofendido, aun cuando consideres que no has hecho nada malo. Eso sin duda te brindará paz y es muy posible que se comiencen a solucionar serios malentendidos. – Richard G. Scott

Pida a las jóvenes que piensen en las siguientes preguntas, pero dígales que no deben hablar de sus respuestas con el resto de la clase.

  • ¿Han deseado alguna vez ser perdonados por algo indebido que hayan hecho en contra de otra persona?
  • ¿Cómo se sentían antes de ser perdonados?
  • ¿Cómo se sentían después de ser perdonados?

Lean juntas la parábola del siervo malvado en Mateo 18:23–35 (o muestre el video “Perdonar hasta 70 veces 7”), y ayude a las jóvenes a calcular y a comparar las deudas del siervo y las de su consiervo (véase la nota a al pie de página del versículo 28). ¿Qué pueden aprender las jóvenes sobre el perdón en esta parábola?

Explique que en moneda actual, la primera deuda, de diez mil talentos, equivale a más de nueve millones de dólares, mientras que la segunda deuda, de cien denarios, sólo tiene una equivalencia de quince dólares (véase Jesús el Cristo, capítulo 24, nota 5).

Pida a la jovencita a quien haya asignado la cita del perdón del presidente Spencer W. Kimball que la lea en voz alta.

“…¿Acaso significa que debo perdonar aun cuando mi enemigo permanece frío e indiferente y mal intencionado? No hay ninguna duda.
“Un error muy común es el concepto de que el ofensor debe exculparse y humillarse hasta el polvo antes que se requiera otorgar el perdón. Ciertamente, el que causa el agravio debe hacer su ajuste en forma completa, pero en cuanto al ofendido, éste debe perdonar al ofensor a pesar de la actitud del otro” (El milagro del perdón, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días, 1976, pág. 288).

¿Cómo deben tratar a una persona que las haya herido u ofendido pero que no les haya pedido perdón? ¿Y si ni siquiera demostrara estar arrepentida de lo que hizo?
¿Cómo deben tratar a alguien que cometa repetidamente la misma ofensa contra ustedes? (Véase Mateo 18:21–22.)

Vean el video «El perdón aligeró mis cargas»

Escriba las siguientes preguntas en diferentes pedazos de papel y entregue uno a cada jovencita: ¿Por qué debemos perdonar a todos, incluso a nosotras mismas? ¿Por qué el Señor es el único que puede decidir si una persona debe ser perdonada o no? ¿Por qué es un pecado tan grande el no perdonar? Invite a las jóvenes a que mediten la pregunta que les haya tocado a medida que lean Doctrina y Convenios 64:9–11 y que expresen sus ideas y puntos de vista.

Sobre Conexión SUD

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2 comentarios

  1. es muy bueno perdonar a los demas

  2. Lourdes Nocheuena

    GRACIAS POR TAN BELLA REFLEXIÓN

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