Véndele los ojos a un niño. Pida a otro niño que sostenga una lámina de Jesucristo en algún lugar del salón de la Primaria. Pida al niño que tiene los ojos vendados que trate de ubicar la lámina sin ayuda. Repita la actividad, pero esta vez pida a dos niños que sostengan un palo, una soga o un hilo que represente la barra de hierro comenzando desde el niño con los ojos vendados hasta la lámina de Cristo. Haga que el niño siga la soga hasta la lámina. Pregunte: “¿En qué se parecen el aferrarse a la soga y el leer las Escrituras? (Véase 1 Nefi 15:23–25).
Enseñe a los niños el coro del himno “La barra de hierro” (Himnos,nro. 179). Comparta algunos ejemplos personales en los que las Escrituras le hayan enseñado lo que debía hacer. Explique cómo el seguir las enseñanzas en las Escrituras le ha ayudado a acercarse más al Salvador.
Para ayudar a los niños a aprender “La barra de hierro” (Himnos,nro. 179), pida a los niños que finjan que se aferran a la barra de hierro cada vez que cantamos la palabra «barra», y luego, cuando cantamos «barra de hierro», se mueven hacia adelante en su barra imaginaria tres veces (en cada palabra).
Tanto los niños pequeños como los grandes disfrutan de la participación, que les ayuda a centrarse y concentrarse en las palabras, y no les importa repetir el himno una y otra vez.
Brújula de la Fe
Supongamos que un día su padre les dice que tu y tu familia se van de viaje. Sin embargo, él no sabe cuánto tiempo estarían fuera o a donde se van. Se podría llevar sólo alimentos y tiendas de campaña, y tu no tendrías ningún mapa que te guíe. ¿Estarías dispuesto a seguir a su padre? Haría falta mucha fe para que tu te comprometas a hacer lo que te pidió tu padre. La fe es uno de los primeros principios del Evangelio.
Lean sobre el viaje de Lehi a la tierra prometida en 1 Nefi en el Libro de Mormón. El Padre Celestial guió a la familia de Lehi con una esfera extraña llamada la Liahona. Esta esfera fue una especie de brújula que funcionaba de acuerdo a la fe y la obediencia de Lehi y su familia. Cuando eran obedientes, las agujas apuntaban en la dirección que debían a viajar y los lugares donde podían encontrar comida. La escritura también aparecería en la Liahona para darles ayuda adicional. Pero cuando no fueron fieles, o cuando se quejaron y se pelearon, la Liahona no funcionó.
¿No sería maravilloso tener una Liahona que nos diga las cosas que debemos hacer todos los días? Se nos dice que nuestra conciencia se puede comparar con la Liahona y que nuestra conciencia puede ayudarnos a encontrar la manera correcta de vivir, de acuerdo con nuestra fe y nuestra obediencia a los mandamientos de nuestro Padre Celestial.
Unan los puntos para encontrar la Liahona.
Las Escrituras de este mes
Después de leer un pasaje de las Escrituras, ¡colorea las áreas del número correspondiente en la Liahona!