Objetivo: Instar a los miembros de la clase a permaneced en lugares santos a fin de evitar las maldades del mundo y animarlos a que se fortalezcan al emular la disposición de Isaías para prestar servicio.
Explique a la clase que muchas veces el Señor repite la misma idea una y otra vez en las Escrituras. Escriba en la pizarra las referencias siguientes y diga a los miembros de la clase que se fijen en esos versículos para ver qué consejo nos ha dado el Señor a fin de que soportemos las pruebas de los últimos días.
Doctrina y Convenios 45:32
Doctrina y Convenios 87:8
Doctrina y Convenios 101:22
Escriba en la pizarra: “Permaneced en lugares santos y no seáis movidos”.
• ¿Qué quiere decir esa frase? (Entre las respuestas, quizás mencionen que seamos dignos en todo momento, que con frecuencia tengamos el deseo de estar en lugares santos, que optemos por no ir a ningún lugar indigno, que tengamos confianza en que Dios nos guiará y que defendamos la verdad y la santidad.)
• ¿Cómo podría ser movida una persona de esos lugares santos?
• ¿De qué forma se han sentido bendecidos con paz y seguridad al permanecer en uno de esos lugares santos?
Explique a los miembros de la clase que con esta lección comprenderán por qué nos ha mandado el Señor permanecer en lugares santos y cuáles son esos lugares.
Isaías describe la condición del mundo en los últimos días.
• Muchas de las amonestaciones y profecías de Isaías se aplican tanto a la época de él, un período de gran iniquidad, como a la nuestra. ¿Se observan en el mundo de hoy las condiciones que se describen en los versículos citados a continuación? (Si lo desea, escriba las referencias en la pizarra y pida a los miembros de la clase que las busquen.)
a. Isaías 1:3–5 (la rebelión contra el Señor).
b. Isaías 1:11–15 (las ceremonias religiosas que no tienen significado ni son movidas por la fe).
c. Isaías 2:7–8 (la devoción a las cosas mundanas y al poder militar en lugar de la adoración del Señor; nótese que los caballos y los carros se utilizaban para la guerra en tiempos antiguos).
d. Isaías 2:11–12 (la altivez y la soberbia, o sea, el orgullo).
e. Isaías 3:5 (la opresión de los semejantes y la falta de respeto hacia los ancianos).
f. Isaías 3:9 (el no avergonzarse del pecado).
g. Isaías 3:14–15 (el aprovecharse de los pobres y el no cuidar de ellos).
h. Isaías 3:16–24 (el destacar la hermosura física a costa de la rectitud y el buen carácter).
i. Isaías 5:8 (la codicia de tener cada vez más posesiones materiales).
j. Isaías 5:11–12 (la búsqueda constante de los placeres mundanos en lugar de buscar al Señor y Su obra).
k. Isaías 5:20 (la tergiversación de los valores, llamando a lo bueno malo y a lo malo bueno).
l. Isaías 5:21 (el confiar en uno mismo en vez de confiar en Dios). m.Isaías 5:24 (el desprecio hacia los mandamientos y la palabra de Dios).
• ¿En qué forma vemos cumplirse esas profecías en la actualidad?
Isaías aconseja a los fieles que permanezcan en lugares santos.
• ¿Qué lugares nos ofrecen protección de las condiciones mundanas que describe Isaías? ¿Cuáles son los tres lugares santos que se mencionan en Isaías 4:5–6 [véase también 2 Nefi 14:5–6]?
Si lo desea, debajo de “Permaneced en lugares santos…”, que ha escrito en la pizarra, escriba: 1. Los hogares; 2. Las estacas, los barrios, las ramas; y, 3. Los templos. Debajo de cada uno anote los comentarios de los miembros de la clase.
a. “Toda… morada del monte de Sión” (los hogares).
• ¿Cuáles son algunas maneras en que pueden hacer de su hogar un lugar santo? (Entre las respuestas se podría mencionar apoyar las prácticas de la oración familiar y el estudio de las Escrituras y ser bondadosos con los miembros de su familia.)
b. “Los lugares de… convocaciones”, de asambleas (las estacas, los barrios y las ramas; véase también D. y C. 115:5–6).
• ¿Cómo pueden ser las estacas, los barrios y las ramas lugares santos y de refugio? (algunas respuestas podrían ser la reverencia, cumplir con nuestros llamamientos, hermanas a los miembros nuevos y menos activos)
Isaías respondió con buena disposición al llamamiento de Profeta.
El Señor llamó a Isaías para ser Profeta por medio de una visión en la cual se le mostró en Su gloria. Esta visión se describe en el capítulo 6 de Isaías.
• ¿Cómo describió Isaías la gloria del Señor? (Véase Isaías 6:1–4.) ¿Cómo reaccionó al ver al Señor? (Véase Isaías 6:5. Él se sintió indigno de estar en la presencia de Jehová.) ¿Qué hizo el Señor para demostrarle simbólicamente que era limpio ante Él? (Véase Isaías 6:6–7.) ¿Cómo respondió Isaías cuando el Señor lo llamó para ser Profeta? (Véase Isaías 6:8.)
• Al aceptar el llamamiento, Isaías empleó las mismas palabras que el Salvador cuando aceptó la responsabilidad de llevar a cabo el plan de nuestro Padre Celestial para la salvación de Sus hijos (Abraham 3:27). ¿En qué situaciones tendremos quizás que contestar al Señor con palabras similares? (Entre las respuestas, tal vez se mencionen el llamamiento a cumplir una misión, los llamamientos para prestar servicio en la Iglesia y el soportar con paciencia las tribulaciones que se nos impongan.)
c. “Un abrigo”, o sea, un tabernáculo (el templo).
• ¿Cómo puede ser el templo un lugar santo y de refugio? ¿Cómo el estar en ese lugar santo les ha ayudado a acercarse al Padre Celestial y a Jesucristo?
Élder David B. Haight, del Quórum de los Doce Apóstoles: “Sean dignos de asistir al templo y háganlo con frecuencia. Con ello, no solamente traerán bendiciones sobre los que han fallecido, sino que podrán gozar libremente de la prometida revelación personal que bendecirá la vida de ustedes con poder, conocimiento, luz, belleza y verdad desde lo alto, lo cual les servirá de guía, a ustedes y a su posteridad, en el camino hacia la vida eterna. ¿Hay persona alguna que no deseara estas bendiciones que pronunció el profeta José Smith en la inspirada oración de la dedicación del Templo de Kirtland?: ‘Te rogamos, Padre Santo, que tus siervos salgan de esta casa armados con tu poder, y que tu nombre esté sobre ellos, y los rodee tu gloria, y tus ángeles los guarden’ (D. y C. 109:22).
“Cuando vuelvan del templo, digan a sus hijos y a sus seres queridos lo que sientan. No hablen de las ordenanzas sagradas, sino del amor y del poder que ellas manifiestan.
“…Sus expresiones siempre positivas acerca del templo despertarán en ellos el deseo de recibir las mismas bendiciones y les motivarán a resistir las tentaciones que podrían negarles las bendiciones del templo” (véase “Venid a la casa del Señor”, Liahona, julio de 1992, pág. 18).
• ¿Cómo pueden las ordenanzas y los convenios del templo influir en nuestra vida?
• ¿De qué forma podemos enseñar a nuestros familiares y a otras personas sobre el templo para que deseen ser dignos de entrar allí?
El élder Dallin H. Oaks enseñó en cuanto a algunas maneras en las que podemos permanecer en lugares santos:
“¿Seguimos el mandamiento del Señor de ‘…permaneced en lugares santos y no seáis movidos, hasta que venga el día del Señor; porque he aquí, viene pronto’ (D. y C. 87:8)? ¿Cuáles son esos ‘lugares santos’? Por cierto incluyen el templo y sus convenios fielmente guardados; ciertamente incluyen el hogar donde se atesora a los hijos y se respeta a los padres; Por seguro los lugares santos incluyen los puestos de deberes asignados por la autoridad del sacerdocio, incluso las misiones y los llamamientos que se cumplen fielmente en las ramas, los barrios y las estacas” (“La preparación para la Segunda Venida”, Liahona, mayo de 2004, pág. 10).
• ¿Qué expresiones de Isaías 4:5–6 describen la forma en que esos lugares santos nos protegerán?
a. “Para sombra contra el calor del día”
b. “Para refugio”
c. “Para… escondedero [protección] contra el turbión y contra el aguacero”
Isaías comparó la influencia protectora divina con la que experimentó Moisés (véase Exodo 14:19-20; Deuteronomio 1:33). El élder Orson Pratt escribió que el cumplimiento de la profecía de Isaías sería literal:
«Vendrá el tiempo cuando Dios se reunirá con todos sus santos, y para mostrar su aprobación y que los ama, obrará un milagro, cubriéndolos con la nube de su gloria. No me refiero a algo que es invisible, sino quiero decir que ocurrirá de la misma manera que sucedió con el tabernáculo de Moisés, el cual era llevado en medio de los hijos de Israel mientras viajaban en el desierto… Pero en los últimos días habrá gente tan pura en el Monte de Sión, con una casa establecida sobre la cumbre de los montes, que Dios se manifestará no solamente en el templo y sobre todas las asambleas de ellos, con una nube visible durante el día, sino que cuando venga la noche, si ellos se reúnen para adorar, Dios se unirá a ellos mediante su pilar de fuego; y cuando se retiren a sus moradas, he aquí cada una estará alumbrada por la gloria de Dios, un pilar de fuego en la noche.
«¿Habéis oído hablar acerca de una ciudad que haya sido favorecida en esta forma y bendecida desde los días en que Isaías proclamó esta profecía? No; es una obra de los últimos días, una que Dios debe consumar en los postreros tiempos, cuando comience a revelarse y a mostrar su poder entre las naciones/’ (En Journal of Discourses, 16:82.)
• ¿Qué profecía sobre los templos de los últimos días se encuentran en Isaías 2:2–3? (Que mucha gente vendrá a la casa de Dios, que es el templo, con el deseo de aprender sobre Sus mandamientos y de andar por Sus sendas.)
• ¿Por qué habrá descrito Isaías el templo como el “monte de Jehová”? (Los Profetas de la antigüedad iban muchas veces a los montes a fin de comunicarse con el Señor y de recibir Sus consejos; allí Él les daba revelaciones. En la actualidad, nosotros podemos tener experiencias similares en el templo.)
La expresión “el monte de Jehová” se refiere al templo. En Isaías 2:2–4 habla de la visión que tuvo Isaías y de la profecía que hizo y que se ha cumplido de varias maneras. Dijo que cuando llegara el momento en que los del pueblo del Señor lo pusieran a Él (y a Su casa) por encima de todo lo demás, cuando fueran a Su casa en procura de Su consejo, entonces Sión se establecería entre ellos y tendrían paz y la promesa de la vida eterna. Los profetas de nuestros días nos han enseñado la misma doctrina. El presidente Howard W. Hunter dijo:
“Hagamos del templo, conjuntamente con la adoración, los convenios y el casamiento que se efectúan en sus recintos, nuestra meta terrenal suprema y nuestra experiencia más sublime” (“Sigamos al Hijo de Dios”, Liahona, enero de 1995, pág. 100)
Felicidades por su página , me ha sido de mucha utilidad para mi clase, ideas maravillosas que nos dan herramientas para hacer más atractivas las clases, que NPC les siga iluminando, es un gran trabajo!!!