Durante Su vida mortal, el Salvador aprovechó la oportunidad para enseñar acerca del día de reposo.
Pida a los miembros que lean los siguientes relatos y que hagan una lista de las cosas que hizo Jesús en el día de reposo y de los principios que enseñó:
- Lucas 6:1–11
- Lucas 13:11–17
- Juan 5:1–20
- Juan 9:1–16
¿Qué otros principios acerca del día de reposo aprendemos de los siguientes versículos?
- Éxodo 20:8–11
- Éxodo 31:12–18
- Isaías 58:13–14
- D. y C. 59:9–19
Invite a los miembros a que compartan lo que pueden hacer para seguir el ejemplo del Salvador.
Divida a los miembros en grupos de a dos. Invite a uno de cada grupo a leer D. y C. 59 y hacer una lista de lo que se nos pide hacer en el día de reposo. Pida al otro miembro que busque los versículos 16–19 para leer las bendiciones prometidas cuando santificamos el día de reposo. Pídales que compartan unos con otros lo que hayan encontrado y que hablen acerca de por qué es importante honrar el día de reposo.
Dividan el pizarrón en 2 partes y escriban de un lado lo que se nos pide hacer en el día de reposo y del otro lado las bendiciones prometidas cuando santificamos el día de reposo. Escriban debajo de cada encabezado lo que aprendieron de su lectura.
Invite a la clase a analizar por qué el Señor nos dio el día de reposo. Pida a cada uno que piense en algo que pueda hacer para asegurarse de que los propósitos del Señor para el día de reposo se están cumpliendo en su propia vida.
Divida el discurso “El día de reposo es una delicia” en tres o cuatro segmentos pequeños. Invite a los miembros de la clase a leer los segmentos, ya sea en pequeños grupos o de manera individual. ¿Qué ideas han encontrado acerca de cómo hacer que el día de reposo sea una delicia? ¿Cómo se asegurarán de que su comportamiento en el día de reposo los guiará a disfrutar y a deleitarse en ese día?
Como parte de esa actividad podría mostrar el video “El día de reposo es una delicia”.
comer de todo…