Dibuje ocho líneas cortas en la pizarra, una para cada letra de la palabra milagros. Pida a los niños que adivinen de qué palabra se trata. Escriba la primera letra y pida a los niños que adivinen nuevamente qué palabra es. Escriba la segunda letra y pida a los niños que adivinen de qué palabra se trata. Repita con cada letra subsiguiente hasta que adivinen la palabra. Diga a los niños que un milagro es un acontecimiento extraordinario causado por el poder de Dios. Divida a los niños en grupos y dé a cada grupo un juego de las siguientes tiras de papel que tengan estas palabras: los milagros, demuestran, que, Jesucristo, tiene, poder, sobre, la tierra. Pida a cada grupo que ponga las palabras en orden.
Con sus propias palabras, relate las siguientes historias e invite a los niños a hacer acciones que concuerden con las historias (tales como imitar el viento y las olas, y sacar redes vacías y llenas). Con cada relato testifique de la forma en que demuestra que Jesucristo tiene poder sobre la tierra. Pida a los niños que analicen cómo estos milagros ayudaron a personas necesitadas.:
Jesús calmó la tormenta (Marcos 4:36–39)
Un día, cuando Jesús y Sus discípulos estaban navegando en una barca, hubo una tormenta terrible.
Las olas se encrespaban y los vientos soplaban. Los discípulos tenían miedo de que la barca se hundiera.
Los discípulos buscaron a Jesús y lo encontraron durmiendo. “¡Sálvanos!”, exclamaron.
“¿Por qué teméis?”, les preguntó Jesús.
Jesús se levantó y mandó que la tormenta se calmara. Los discípulos observaban mientras las olas dejaban de azotar y los vientos dejaban de soplar. La tormenta había terminado, tal como Jesús había mandado que lo hiciera.
A veces ocurren cosas que nos dan miedo, pero Jesús está cerca. Pensar en Él nos puede ayudar a sentirnos seguros y tranquilos.
Jesús llenó las redes de peces (Lucas 5:1–11)
- Ayudas visuales: Relatos del Nuevo Testamento
Simón y Andrés eran dos hermanos que eran pescadores. Una noche, Simón y Andrés estuvieron de pesca toda la noche pero no pudieron pescar nada.
Jesús estaba en la barca de Simón. Él dijo a los dos hermanos que pusieran las redes en el mar una vez más. Cuando subieron las redes, ¡estaban llenas de peces!
Simón y Andrés llamaron a sus amigos Jacobo y Juan para que ayudaran a vaciar las redes en la barca. ¡Había tantos peces que llenaron dos barcas! Jesús dijo a los hombres que si lo seguían, pescarían algo mucho mejor que peces. Serían pescadores de hombres.
Simón, Andrés, Jacobo y Juan lo dejaron todo, incluso sus barcas. Llegaron a ser discípulos de Jesús. Siguieron a Jesús y lo ayudaron a predicar el Evangelio a todo el mundo.
Tal como los pescadores que traen peces a una red, podemos ayudar a traer personas al Evangelio al ser buenos ejemplos y enseñar en cuanto a Jesús. ¡Nosotros también podemos ser pescadores de hombres!
ESTOY FELIZ PORQUE CON SUS TIPS Y GUÍA MOTIVAN A TRABAJAR EN LA OBRA DEL SEÑOR, CLARO QUE TUVE ÉXITO, HICE UNOS PECES CON FOMY LOS UNI CON UN HIJO QUE RESALTARA E HICE LA CAÑA PARA PESCAR CON UN GANCHO DE ALAMBRE Y EL MAR CON UN LIENZO AZUL Y LA RED LA HICE TEJIDA, TAMBIÉN HICE UN TUBO DE LLUVIA Y UN TROZO DEL MISMO TUBO LO UTILICE PARA HACER EL RUIDO DE VIENTO, CON ESTO CONTAMOS LAS HISTORIAS, QUEDE ENCANTADA LOS PEQUEÑOS NOS APLAUDIERON SI QUE VALE LA PENA ESOS DESVELOS POR REALIZAR MIS TRABAJOS Y PODER ENSEÑAR EL EVANGELIO QUE PUEDAN ELLOS ENTENDER. TODO GRACIAS A ESTE MEDIO QUE NOS EMPUJA Y NOS MANTIENE FIRMES ADEMAS EN MOMENTOS DIFÍCILES NOS CALMAN.
GRACIAS POR LA AYUDA CON LAS CLASES DE TIEMPO PARA COMPARTIR ME AYUDA APRENDER MAS A MI Y PUEDO ENSEÑAR MAS A LOS NIÑOS. PERO QUIZA LA MAS BENEFICAIDA SOY YO YA QUE NO TENGO MUCHO COMO PARA PODER DAR CLASES. INFINITAMENTE GRACIAS,
Me ha encantado sus consejos, gracias que lo voy a llevar en práctica el próximo domingo y les contaré como me fue.
Mil gracias por su ayuda, ustedes me dan mucho ánimo para trabajar y despiertan mucha imaginación en mí.