– Coloque láminas de la Última Cena, de Cristo en Getsemaní, de la Crucifixión y de la Resurrección alrededor del aula. Señale las láminas y diga a los niños que éstos son acontecimientos en la última semana de la vida del Salvador. Indique a los niños que les va a leer un pasaje de las Escrituras que corresponde con una de las láminas y pídales que piensen en silencio cuál lámina corresponde con el pasaje de las Escrituras. Lea Lucas 22:13–14, 19–20. Pida a todos que se pongan de pie y que se paren frente a la lámina correspondiente. Hablen sobre lo que está sucediendo en la lámina. Repita con las otras láminas (Getsemaní: Lucas 22:39–44; Crucifixión: Lucas 23:33–34, 46; Resurrección: Juan 20:11–18). Canten una canción tal como “Mandó a Su Hijo” (CN, págs. 20–21) o “Dios vive” (CN, pág. 8). Testifique que Jesús murió por nosotros para que podamos vivir nuevamente con nuestro Padre Celestial.
– Escriba en la pizarra: “Jesucristo fue ___________ para ser nuestro salvador”. Tenga las letras e, s, c ,o, g, i, d y o esparcidas por el salón. Permita que los niños descifren las letras que completan la frase. Pídales que lean Moisés 4:2 para verificar su respuesta. Lean juntos la frase en la pizarra.
– Prepare tres tiras de papel y en cada una escriba las siguientes preguntas en cuanto a la canción “Viví en los cielos” (CN, pág. 148):
1. ¿Quién presentó a todos un plan en los cielos an-tes de que viniéramos al mundo?
2. ¿Quién dijo: “Padre, hágase tu voluntad”?
3. ¿Qué oportunidad nos dio Jesús al seguir el plan del Padre?
Pida a los niños que canten la primera estrofa de la canción y que se pongan de pie cuando canten la respuesta a la primera pregunta. Luego analicen algunas de las otras enseñanzas que han aprendido de esta estrofa. Considere cantar la estrofa otra vez después de haberla analizado. Luego repita la actividad con las otras estrofas y preguntas.
– Muestre algunos objetos o láminas que representen a personas que podrían salvarnos la vida (tales como un doctor, un policía o un socorrista), y analicen las formas en que podrían salvarnos. Muestre una lámina de Jesús y explique que Él es el único que tiene el poder para salvarnos de las consecuencias eternas de la muerte y del pecado. Escriba lo siguiente en la pizarra: “Jesucristo es nuestro Salvador” y léalo junto con los niños, haciendo hincapié en la palabra “Salvador”.
– Cuente a los niños algunos relatos de las Escrituras sobre personas a las que el Salvador salvó del pecado (por ejemplo, Alma, hijo [véase Alma 36:6–24], Enós [véase Enós 1:1–8], Zeezrom [véase Alma 15:3–12], el padre de Lamoni [véase Alma 22:1–26] o el hombre que fue llevado ante Jesús [véase Lucas 5:17–26]). Explique que mediante la expiación de Jesucristo, todos podemos salvarnos del pecado. Testifique que Jesucristo es nuestro Salvador e invite a unos cuantos niños a dar su testimonio de Él.
– Trace en la pizarra un sendero recto que lleve hasta un lugar denominado “Vida eterna con nuestro Padre Celestial”. Coloque la imagen de una persona al principio del sendero y explique que esa imagen nos representa a todos y que debemos seguir el sendero para regresar con nuestro Padre Celestial. Diga a los niños que no podemos regresar con nuestro Padre Celestial por nuestra propia cuenta. Borre parte del sendero y pregunte: “¿Qué podría ayudarnos a continuar por el sendero?”. Pida a un niño que lea o recite el tercer Artículo de Fe. Muestra una lámina de Cristo en Getsemaní y explique brevemente la Expiación. Diga a los niños que la expiación de Cristo es como un puente que nos ayudará a regresar con nuestro Padre Celestial; si nos arrepentimos y obedecemos los mandamientos, podremos vivir nuevamente con Él. Dibuje un puente en la pizarra y mueva la imagen de la persona al final del sendero. Invite a varios niños a compartir sus sentimientos sobre Jesucristo y Su expiación. Si el tiempo lo permite, canten “Viví en los cielos” (CN, pág. 148).
Actividades sobre nuestro Salvador y Redentor
- “Jesucristo es mi Salvador” (abril de 2009, Liahona)
Ensambla un árbol lleno de frutos representando las bendiciones que se hacen posibles por medio de Jesucristo. - “Jesucristo es mi Salvador y Redentor” (febrero de 2010, Liahona)
Completa un rompecabezas que representa a la Expiación como un vínculo entre nosotros y la exaltación.
- Página para colorear: “Mi fe en Jesucristo aumenta al saber que Él es mi Salvador y Redentor” (abril de 2007, Liahona)
Jesús se aparece a María después de Su Resurrección.
Es interesante esta pagina , me ayuda mucho y me da todos los datos que deseo saber
Muy buena la explicación mil gracias por ayudarnos a sentir mas el espíritu
Saqué muchas ideas de como dar esta lección en el tiempo de compartir gracias por ayudarnos a servir mejor a Nuetro Padre Celestial.