Objetivo: Ayudar a los miembros de la clase a entender que los apóstoles son llamados a ser testigos especiales de Jesucristo y que somos bendecidos cuando los sostenemos y los seguimos.
Actividad para despertar el interés
Pida a un miembro de la clase que lea la primera parte de Mosíah 27:31 (hasta donde dice “confesarán que él es Dios”). Explique que en la Segunda Venida, todos reconocerán a Jesucristo como el Salvador, lo cual no sucedió en Su primera venida. Durante muchos siglos los judíos habían estudiado las profecías acerca de la venida del Salvador, pero muchos de los que le escucharon no lo reconocieron como tal. Debido a que Jesús no liberó a los judíos del control romano, como ellos esperaban que lo hiciera el Mesías, muchos lo rechazaron a Él y también rechazaron Su mensaje.
Haga notar que en la primera parte de esta lección se hablará de lo que sucedió cuando Jesús anunció por primera vez que Él era el tan esperado Mesías. En otras partes de la lección se hablará del llamamiento de los apóstoles a fin de que ellos ayudaran a esparcir Su mensaje.
1. Jesús anuncia que Él es el Mesías.
Ponga a la vista la lámina adjunta de Jesucristo enseñando en la sinagoga de Nazaret (véase el apéndice, pág. 318). Sin revelarles nada sobre lo que ésta representa, pida a los alumnos que la examinen para ver si pueden descubrir pistas que les indiquen dónde se encontraba el Salvador y qué estaba haciendo.
Analicen Lucas 4:14–32. Pida a algunos miembros de la clase que lean los versículos que usted haya seleccionado. Explique que durante el servicio en la sinagoga de Nazaret se invitó a Jesús a leer un pasaje de las Escrituras y a hacer comentarios al respecto.
• Después de examinar la lámina, ¿qué piensan que sentía la gente que se encontraba con Él? ¿Qué les gusta más acerca de la lámina?
Pida a los alumnos que lean Lucas 4:16–21 y busquen el versículo que se representa en la lámina.
• ¿En qué ciudad ocurrieron esos acontecimientos? (véase el vers. 16).
• ¿Qué relación había entre esa gente y el Salvador?
• ¿Cuál es “el libro del profeta Isaías”?
Se trataba del libro de Isaías del Antiguo Testamento, en el cual Jesús leyó Isaías 61:1 (1–2). Divida los siguientes pasajes de las Escrituras entre los alumnos y pídales que se fijen en quién cumplió la profecía de Isaías: Mateo 9:27–31; 11:5; Lucas 5:18–24; Hechos 10:38.
Explique que los judíos comprendían que las palabras de Isaías se referían al Mesías, las cuales profetizaban de la venida de un Salvador. Lean Lucas 4:22–24 y pregunte:
• ¿Cómo reaccionó la gente a la declaración del Salvador de que Él era el Mesías prometido?
• ¿Por qué piensan que rechazaron Su testimonio?
• ¿Por qué no sería fácil aceptar como líder escogido a una persona con la cual se hubiesen criado?
• ¿Cómo se aplicaría este concepto a nosotros en la actualidad?
Coloque a la vista una lámina del profeta actual y pida a la clase que nombren características del profeta que son típicas de cualquier otro hombre y anótelas en la pizarra. Haga a la vez una lista de las características que son únicas acerca de él y de su llamamiento. Explique a los alumnos que el profeta es en muchas formas igual a cualquier otro hombre. Pregunte:
• ¿Por qué eso hace que a algunas personas les sea difícil aceptar sus palabras?
• ¿Influye en la forma en que escuchemos al profeta el que sea fácil o difícil lo que pida? ¿Por qué?
Lean Doctrina y Convenios 1:38 y pida a los alumnos que piensen en cómo se aplica ese versículo a los líderes locales (por ejemplo: los padres, el obispo, el presidente de estaca). Lea la siguiente declaración del élder James E. Faust:
“…los miembros de la Iglesia… los que tienen fe… Aceptan de buen grado la supremacía de Dios y se apoyan en las Escrituras y en el consejo de Sus siervos, los líderes de la Iglesia. Esos líderes son hombres con debilidades humanas y son imperfectos en su sabiduría y criterio. En la tierra no existe la perfección humana. Pero casi sin excepción, ellos dan lo mejor de sí para rendir sincera, humilde y devotamente un gran servicio cristiano. Y, lo más importante: tienen una divina comisión por medio de la cual los que los sostienen y los siguen pueden recibir bendiciones eternas. Son siervos de Dios” (“La vida abundante”, Liahona, enero de 1986, pág. 4).
2. Jesús llama a Sus Doce Apóstoles.
Pida a los alumnos que piensen en alguien que conozcan que haya prestado servicio misional o que esté sirviendo en una misión actualmente. Pregunte:
• ¿Por qué esos misioneros tienen que sacrificarse para servir al Señor?
• ¿Qué tan difíciles piensan que son esos sacrificios?
Pida a los alumnos que comparen Lucas 5:1–11 con Lucas 5:27–28.
• ¿Qué tienen en común las personas de estos dos pasajes?
• ¿Qué tienen en común con los misioneros que ustedes conocen?
• ¿Por qué a veces el ser discípulo de Jesucristo significa hacer sacrificios?
• ¿A qué han tenido que renunciar para ser discípulos de Jesucristo?
• ¿Por qué es una bendición el “renunciar” a las cosas del mundo para seguir al Salvador?
Señale que en Lucas 5:1–11, Jesús llamó a Pedro, a Santiago y a Juan a ser Sus discípulos. Más tarde les llamaría a ser apóstoles. Escriba en la pizarra las palabras Discípulo y Apóstol. ¿Cuál es la diferencia que existe entre un discípulo y un apóstol?
Explique que un discípulo es un seguidor de Jesucristo (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Discípulo”, pág. 54). Un apóstol es un discípulo que ha sido llamado a ser un testigo especial de Cristo (D. y C. 107:23). La palabra apóstol significa “el que es enviado” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Apóstol”, pág. 18). Los integrantes del Quórum de los Doce Apóstoles son enviados a testificar al mundo que Jesús es el Salvador y Redentor del género humano.
• ¿Por qué era importante que Jesús llamara apóstoles? (Véase Mateo 9:36–38; 16:19; Marcos 3:14–15; Juan 20:19–21, 23; Efesios 4:11–15. Ellos ayudarían a Jesús a predicar el Evangelio, y dirigirían la Iglesia y continuarían la autoridad del sacerdocio después de que se fuera Jesús.) ¿Por qué es importante que el Señor haya llamado apóstoles en nuestros días?
• Pida a sus alumnos que lean el quinto Artículo de Fe y que se fijen en lo que se enseña en cuanto a la forma en que un apóstol es llamado (véase también Lucas 6:12–13). ¿Cómo escogió Jesús a los primeros Doce Apóstoles? (Véase Lucas 6:12–13.) ¿Cómo se preparó Jesús para llamarles? ¿Cómo se compara esto con la manera en que hoy día se escoge a las personas para ser apóstoles y para servir en otros llamamientos en la Iglesia? (Los líderes de la Iglesia oran y piden inspiración para saber quién desea el Señor que sirva en cada llamamiento.)
3. Jesús ordena e instruye a los Doce Apóstoles.
Lean y analicen los versículos de Mateo 10 que usted haya seleccionado. Muestre la lámina Cristo ordena a los apóstoles.
Pida a uno de sus alumnos que pase al frente de la clase y, mostrándole las llaves de su automóvil, dígale: “Imagínate que yo he olvidado traer algo para la lección y que te he pedido que, usando mi automóvil, vayas a cierto lugar a buscármelo. Imagina entonces que en pleno viaje eres detenido por la policía”. Hágale algunas preguntas como las que siguen a continuación:
• ¿Tendrías algún problema? ¿Por qué no? (Porque tienes permiso, o sea, autoridad para manejar.)
• ¿Por qué es importante tener la autoridad necesaria?
• ¿Cuán diferente sería tu situación con el oficial de policía si tú hubieras tomado mi automóvil sin tener el permiso para hacerlo?
• ¿Cómo podría compararse esa circunstancia a la de recibir y emplear el sacerdocio de Dios?
• ¿Cuán importante es tener la autoridad de Cristo para realizar Su obra?
Pida a los alumnos que lean Mateo 10:1–4 y pregúnteles: ¿Con quiénes compartió Jesús Su autoridad? Escriba en la pizarra los nombres de los apóstoles. Lean Mateo 10:5–8 y pregúnteles: ¿Qué se les encomendó a los apóstoles que hicieran por medio del poder del Salvador? (Véanse los versículos 1 y 7.) Pídales que correlacionen los pasajes de Mateo 10:5–8 con Hechos 4:33 y Doctrina y Convenios 107:23, y pregúnteles:
• ¿Qué responsabilidades adicionales acompañan esta autoridad?
• Pida a los hermanos que compartan un discurso que les haya impactado de la conferencia general más reciente. Pregúnteles por qué fue significativo para ellos.
Muestre la lámina con las fotografías de los Doce Apóstoles actuales y ayude a los miembros de la clase a aprenderse los nombres de memoria. Si lo desea, puede usar el ejercicio que aparece a continuación:
Entregue a cada miembro de la clase un lápiz y una hoja de papel, y pídales que escriban en el margen los números del uno al doce. Muestre una lámina o fotografía de cada uno de los apóstoles sin mencionar su nombre, y después pídales que escriban el nombre junto al número correspondiente. Después de mostrar todas las láminas o fotografías, repasen las respuestas correctas.
• ¿Qué bendiciones se prometen a los que siguen a los apóstoles? (Véase Mateo 10:40–42; véase también D. y C. 124:45–46.)
El élder Spencer W. Kimball dijo: “Nadie en esta Iglesia se desviará si sigue con fidelidad y constancia a las Autoridades de la Iglesia que el Señor ha colocado en Su Iglesia. Esta Iglesia nunca se desviará; el Quórum de los Doce nunca los alejará del sendero correcto; nunca lo ha hecho y nunca lo hará” (en Conference Report, abril de 1951, pág. 104).
Indíqueles que el número de apóstoles corresponde al de las tribus de Israel, porque ellos enseñaron al pueblo israelita y finalmente ayudarán a juzgarlo. Léales la siguiente declaración del élder Orson Pratt, quien fue miembro del Quórum de los Doce:
“¿Por qué fueron elegidos doce apóstoles en vez de nueve o trece, o cualquier otro número? ¿Por qué ese número en particular? Porque… el Señor ordenó que… las doce tribus serían establecidas en la tierra y que Él las tendría muy en cuenta. Su intención fue que no solamente se organizaran como tribus en esta vida, sino también en la vida venidera. Y a fin de que todas ellas tuvieran jueces, se escogió a doce, en vez de cualquier otro número, para que se encargaran de la obra” (en Journal of Discourses, 19:117; véase también 1 Nefi 12:9).
Nota: Si alguno de sus alumnos preguntase que si Judas Iscariote, quien traicionó a Jesús, será contado entre los Doce Apóstoles que habrán de juzgar a las doce tribus, indíqueles que Matías fue elegido para reemplazar a Judas Iscariote en ese Quórum (véase Hechos 1:21–26).
Conclusión
Testifique que Jesucristo es el verdadero Mesías y que los Doce Apóstoles son testigos especiales de Él. Si lo desea, puede compartir una experiencia en la que haya recibido bendiciones por seguir el consejo de un apóstol.