Tiempo para Compartir Diciembre
– Invite a los niños a cerrar los ojos y a imaginarse cómo sería la vida si todos tomaran las decisiones correctas. Pida a algunos de ellos que compartan lo que hayan imaginado. Dígales que hubo un tiempo en el Libro de Mormón cuando eso sucedió, y pídales que presten atención para saber cómo se describe ese tiempo mientras un niño lee 4 Nefi 1:15, 17. Explique que las personas pudieron escoger lo correcto porque recordaron algo muy especial. Vuelva a contar los acontecimientos de 3 Nefi 17:20–25. Invite a los niños a decir juntos lo siguiente: “El recordar a Jesucristo me ayuda a escoger lo correcto”.
– Con pedazos de papel en blanco, cubra una lámina en la que se represente a Cristo bendiciendo a los niños nefitas. Invite a los niños a pensar en canciones que los ayuden a recordar a Jesucristo. Canten juntos varias de esas canciones. Después de cada canción, pida a un niño que quite un pedazo de papel de la lámina. Hágalo hasta que hayan quitado todos los pedazos de papel. Converse con los niños acerca de las decisiones correctas que probablemente tomaron los niños de la lámina después de su experiencia con Jesús. Recuerde a los niños que cuando recuerden a Jesús desearán escoger lo correcto. Pídales que nombren algunas cosas que pueden hacer para recordar a Jesús en sus actividades diarias.
– Antes de actuar, imagínense al Salvador de pie a su lado y pregúntense: “¿Lo pensaría, lo diría o lo haría sabiendo que Él está aquí?” –Elder Mervyn B. Arnold
– En un papel grande escriba la frase “Jesucristo es el ejemplo perfecto para mí”. Corte el papel como si fueran cuatro piezas simples de un rompecabezas. Es- criba una de las siguientes frases detrás de cada pieza del rompecabezas:
• Él nos mostró la manera de ser bautizados (véase Mateo 3:13–17).
• Él mostró amor por otras personas (véase Marcos 10:13–16).
• Él perdonó a las personas que le hicieron daño (véase Lucas 23:34).
• Él nos mostró cómo orar (véase Mateo 6:5–13).
Canten “Yo trato de ser como Cristo” (CN, págs. 40–41). Pida a los niños que expliquen el mensaje que enseña la canción. Muestre una lámina de Cristo y dígales que Él nos enseñó muchas cosas por medio de Su ejemplo perfecto. Divida a los ni- ños en cuatro grupos y entregue a cada grupo una de las piezas del rompecabezas y hojas de papel en blanco. Pídales que lean el pasaje juntos y que luego hagan un dibujo de cómo pueden seguir el ejemplo de Cristo. Pida a cada grupo que explique el pasaje de las Escrituras y de los dibujos y que luego coloquen su pieza del rompecabezas en la pizarra. Luego de que se haya armado el rompe- cabezas, repitan juntos: “Jesucristo es el ejemplo perfecto para mí”.
– Canten “Escojamos lo correcto” (CN, págs. 82–83), y pida a la mitad de los niños que escuchen cómo podemos ser felices y a la otra mitad qué escuchen lo que nos ayudará y mostrará el camino. Analicen lo que los niños han aprendido de la canción.
– Prepare tiras de papel con las siguientes palabras y referencias de las Escrituras: hambre (Mateo 5:6); alumbrar (Mateo 5:16); amar (Mateo 5:44) y orar (Mateo 6:6). Muestre una lámina del Sermón del monte. Explique que Jesús subió a una montaña a enseñarles a Sus discípulos; lo que Él les enseñó recibe el nombre de Sermón del monte. Muestre una de las tiras de papel a la mitad de los niños y pídales que representen la palabra con mímica para que el resto de los niños la adivinen. Lean juntos el pasaje de las Escrituras correspondiente y ayude a que los niños entiendan lo que Cristo enseñó y cómo podemos seguir Su ejemplo. Repita la actividad con las otras palabras y pasajes de las Escrituras.
– En cuatro tiras de papel escriba las siguientes enseñanzas de Jesús: (1) Hambre
y sed de justicia, (2) Así alumbre vuestra luz,(3) Amad a vuestros enemigos, (4) Ora al Padre Celestial. (Para niños pequeños, considere utilizar láminas que ilustren estas enseñanzas.) Coloque los papeles en diferentes partes del salón. Prepare algunas situaciones para analizar (véase LE, pág. 184) que ayuden a los niños a comprender cómo aplicar estas enseñanzas. Por ejemplo: “Un niño en la escuela te fastidia y te llama por apodos feos. ¿Qué harías?” Repase los pasajes de las Escrituras del juego de adivinanzas que se describió anteriormente e indíqueles que los papeles que se ven en el salón corresponden a las Escrituras. Lea una situación para analizar e invíteles a ponerse de pie y colocarse al frente del papel con la enseñanza que les ayudaría a hacer lo justo. Pida a algunos niños que compartan qué elección harían.
– Canten “Siento el amor de mi Salvador” (CN, págs. 42–43). Escriba varios situaciones para analizar que ilustren cómo un niño puede seguir una de las enseñanzas de Cristo. Incluya también una referencia de los pa- sajes de las Escrituras donde se pueda buscar la enseñanza. A continuación hay algunos ejemplos.
Sara le pidió a su hermanita menor que no usara sus crayones, pero su hermanita los usó. Para ser como Jesús, Sara podría:
a. Enojarse con su hermanita. b. Esconder sus crayones.
c. Perdonar a su hermanita.
Mateo 18:21–22.
Juan está jugando fútbol con sus amigos y se da cuenta que hay un niño solo mirando el partido. Para ser como Jesús, Juan podría:
a. Burlarse del niño por estar solo.
b. Dejar de lado al niño y seguir jugando con sus amigos.
c. Invitar al niño a que juegue futbol con ellos.
Juan 13:34.
Pida a un niño que lea uno de los situaciones para analizar. Luego pídale que lea las respuestas una por una. Pida a los otros niños que se pongan de pie cuando escuchen la respuesta que demostraría seguir el ejemplo de Jesús. Invite a unos pocos niños a leer el pasaje de las Escrituras en voz alta y analicen lo que Jesús enseñó. Analicen cómo el seguir el ejemplo de Jesucristo en estas situaciones nos puede ayudar a sentir el amor del Salvador. Repita la actividad con cada caso para analizar.
– Entregue a los niños un recordatorio para usar toda la semana para hacer lo justo. Pueden ser anillos HLJ o estas pulseras.
– Pida a los niños que hagan lo que Jesús desearía que ellos hicieran esta semana. Dígales que la próxima semana les pedirá a algunos de ellos que compartan lo que hicieron y cómo sintieron el amor del Salvador.
– Canten “Hazlo conmigo” (CN, pág. 141) y pida a los niños que le sigan a medida que hace varios movi- mientos sencillos, tales como aplaudir, estirar los brazos por encima de la cabeza, o marchar en el mismo lugar. Pida a los niños que mencionen algo que hayan aprendido al seguir el ejemplo de alguien (por ejemplo, cómo tender la cama o jugar a algo). Escriba en la pizarra “Jesucristo es el ejemplo perfecto para mí”. Testifique que Cristo fue la única persona que ha vivido en esta tierra que nos dejó un ejemplo perfecto para que nosotros sigamos. Pida a los niños que lean juntos la frase.
– Muestre algunas láminas en las que Jesús está demostrando amor y sirviendo a los demás. Escriba en la pizarra “Jesús amó a todos” y “Jesús sirvió a los demás”. Dibuje un corazón y una mano debajo de estas frases. Explique a los niños que nosotros debemos seguir el ejemplo de Jesús amando y sirviendo a los demás. Entregue a cada niño un papel y pídales que dibujen un corazón o el contorno de su mano. Luego invítelos a escribir o dibujar algo que ellos puedan hacer para seguir el ejemplo de Jesús. Pida a los niños que compartan sus ideas con la Primaria y coloque sus papeles junto a las láminas de Jesús. Canten “Yo trato de ser como Cristo” (CN, págs. 40–41).
– Permita que los niños respondan a las siguientes preguntas (u otras que usted haya preparado) sobre lo que harían para seguir a Jesús:
•Si deciden seguir a Jesús, ¿qué harían o dirían si en forma accidental lastimaran a una persona?
•Demuéstrenme la forma en que ustedes actuarán en esta clase si deciden seguir a Jesús. (Trate de que los niños demuestren: permanecer sentados en silencio, prestar atención y no perturbar a otros niños de la clase.)
•Si deciden seguir a Jesús, ¿qué dirían o harían si alguien les diera un regalo o les hiciera un favor?
•Si deciden seguir a Jesús, ¿cómo tratarán a una persona que se porte mal con ustedes?
– Pida a los niños que observen sus anillos HLJ. Si no traen el anillo puesto, podría atarles un trocito de hilo al dedo como si fuera un anillo. Dígales que sus anillos les recordarán que ellos escogieron seguir a Jesús y que deben continuar escogiendo lo correcto.
– Pida a los niños que formen un puño con la mano, con el dedo pulgar levantado. Dígales que usted describirá algunas decisiones que ellos podrían tomar. Si la decisión que se describe representa algo que Jesús quiere que hagamos, ellos deben indicarlo con el pulgar hacia arriba, pero si describe algo que Satanás quiere que hagamos, deberán indicarlo con el pulgar hacia abajo. Podría utilizar los siguientes ejemplos u otros que usted desee:
•Decides venir a la Primaria.
•Decides cantar en la Primaria cuando la directora de música les pide a todos que canten.
•Decides tener los ojos abiertos durante la oración.
•Decides traer un amiguito a la Primaria.
•Decides cuchichear con tu amiguito durante la repartición de la Santa Cena.
•Decides caminar con reverencia al salón de clase.
•Decides reírte cuando otro niño tropieza y se cae.
•Decides molestar a los otros niños haciendo ruidos.
•Decides ayudar a la maestra a hacer la actividad.
•Decides burlarte de alguien que contestó mal una pregunta.
•Decides escuchar con reverencia mientras la maestra cuenta un relato.
– Pida a todos los niños que se pongan de pie. Escoja a un niño para que sea el líder y déle una moneda o un botón. Pida al líder que se ponga delante de los niños con la moneda escondida en una de las manos. Deje que el resto de la clase adivine en cuál mano está la moneda. Cuando todos hayan opinado, el líder les mostrará en qué mano está. Los niños que hayan adivinado dan un paso en dirección al líder mientras que los demás permanecen en su lugar. Repita la actividad hasta que uno de los niños llegue hasta donde está el líder.
• ¿Por qué no todos ustedes adivinaron bien todas las veces? (No tenían ninguna información para ayudarles a adivinar correctamente.)
• ¿Creen que adivinar es una buena forma de tomar decisiones?
Ayude a los niños a comprender que no debemos adivinar para tomar nuestras decisiones. Jesús nos enseñó lo que debemos hacer. Si hacemos lo que nuestro Padre Celestial y Jesús quieren que hagamos, siempre escogeremos lo correcto.
– Dé a los niños papel y lápices de cera e indíqueles que se dibujen a sí mismos haciendo lo que Jesucristo quiere que hagan en la Primaria. Algunos ejemplos de ello son: estar sentados con reverencia, cantar, ayudar al maestro o caminar con reverencia.
– Ayude a los niños a repetir la letra de “Oye, Oye” usando los movimientos que se indican:
En cualquiera decisión, ¡oye! ¡oye! (Poner la mano atrás de la oreja.)
la voz de la inspiración, siempre oye. (Poner el dedo índice frente a los labios.)
Buen consejo te dará (Menear la cabeza indicando “sí”.)
Y siempre te guiará. (Cruzar los brazos.)
Repita hasta que los niños aprendan la letra de memoria.