“El suplicar al Señor para recibir una sabiduría superior a la nuestra, para pedir fortaleza a fin de hacer lo que debamos hacer, para obtener consuelo y expresar gratitud es una acción maravillosa y trascendental”. – Gordon B. Hinckley
- Como clase, canten o lean himnos acerca de la oración (utilice el índice de temas al final del himnario para encontrar himnos apropiados). ¿Qué aprenden las hermanas acerca de la oración gracias a esos himnos?
Dios es nuestro Padre y nos invita a que oremos a Él de manera individual.
- ¿De qué manera le ha ayudado la oración a estar más cerca de nuestro Padre Celestial? Repase las enseñanzas del presidente Hinckley sobre lo que debemos incluir en las oraciones (véase la sección 1).
- ¿En qué ocasiones lo ha ayudado la oración a hallar “sabiduría superior a la [suya]”? ¿En qué ocasiones la oración le ha brindado “alivio y consuelo”? ¿Por qué algunas de las oraciones deben ser una “conversación de acción de gracias”?
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Comparta el relato del élder Juan A. Uceda que se encuentra en su discurso “El Señor Jesucristo nos enseña a orar”. ¿Qué encuentran conmovedor en este relato las hermanas? ¿Qué experiencias acerca de la oración pueden compartir usted o las hermanas?
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Escriba los nombres de los miembros de la Trinidad en la pizarra. Invite a las hermanas a utilizar el discurso de la hermana Carol F. McConkie “La oración del alma” para hacer una lista de cómo participa cada miembro de la Trinidad cuando oramos. Pida a las hermanas que busquen en el discurso de la hermana McConkie respuestas a las siguientes preguntas: “¿Por qué oramos al Padre Celestial? ¿Qué significa orar en el nombre de Jesucristo? ¿Cómo el Espíritu Santo influye en nuestras oraciones?”. Invítelas a hacer una lista de cosas que ellas podrían hacer para que sus oraciones sean más significativas. Ellas podrían colgar esta lista en su hogar y cada semana centrarse en una de ellas.
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Divida los capítulos 17, 18 o 19 de 3 Nefi entre las hermanas. Pida a las hermanas que lean su sección y compartan lo que aprendan acerca del ejemplo de la oración y las enseñanzas de Jesucristo y de los ejemplos de Sus discípulos. ¿Qué pueden hacer para seguir estos ejemplos en sus oraciones?
La oración familiar brinda milagros a las personas, a las familias y a la sociedad.
- Medite sobre cada una de las bendiciones que el presidente Hinckley dijo que pueden recibirse mediante la oración familiar (véase la sección 2).
- ¿Cuáles son algunas de las formas en que su familia ha sido bendecida por orar juntos? ¿Cuáles son algunos de los obstáculos para llevar a cabo la oración familiar con regularidad? ¿De qué manera pueden trabajar juntos los integrantes de la familia para vencer esos obstáculos?
Debemos ser dedicados a la oración y escuchar, porque nuestras oraciones serán contestadas.
- ¿En qué forma el poner en práctica las enseñanzas del presidente Hinckley de la sección 3 puede ayudarnos a que nuestras oraciones sean más significativas?
- ¿Qué ha aprendido sobre las formas en que el Padre Celestial contesta las oraciones? ¿Por qué tiene la oración el poder de “[introducirnos] en una sociedad con Dios”?
- Video: «La Oración» Vea como una humilde mujer, comprueba cómo el poder de la oración puede obrar milagros en nuestras vidas.
- Invite a las hermanas a buscar en las Escrituras un ejemplo de oración que les resulte inspirador (en caso necesario. Pídales que compartan lo que encuentren y aprendan acerca de la oración en ese ejemplo).
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Asigne a cada hermana un pasaje de las Escrituras acerca de la oración (como los que se sugieren en esta reseña). Pida a las hermanas que escriban un principio acerca de la oración que aprendan de su pasaje de las Escrituras y un ejemplo de ese principio en su vida o la vida de los demás. Invítelas a compartir lo que escribieron con otra hermana de la clase. ¿Qué aprendieron las hermanas al escucharse las unas a las otras que podría ayudarlas a hacer sus oraciones más significativas?
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Proporcione a cada hermana una sección de uno de los discursos del élder David A. Bednar sugeridos en esta reseña. (“Pedir con fe”, Liahona, mayo de 2008, págs. 94–97; “Ora siempre”, Liahona, noviembre de 2008, págs. 41–44.) Invítelas a subrayar los consejos prácticos que nos da el élder Bednar para ayudarnos a lograr que nuestras oraciones sean más significativas. Pídales que compartan lo que hayan encontrado. A continuación, pídales que se imaginen que están enseñando a alguien a orar. ¿Qué le enseñarían y cómo lo harían? Considere hacer una dramatización de una situación que brinde una enseñanza.
hermanos podrian subir la leccion del capitulo 9 porfavor son de muy buena ayuda sus ideas graciaaaas
Hola, no van a subir la clase de «Los susurros del espíritu»?