Jesucristo padeció el castigo por nuestros pecados a fin de que podamos arrepentirnos. El arrepentimiento es un cambio de corazón y mente que nos acerca a Dios. Implica apartarse del pecado y volverse a Dios en busca del perdón. Está motivado por el amor a Dios y el deseo sincero de obedecer Sus mandamientos.
Invite a los niños a abrir sus Escrituras y leer Doctrina y Convenios 58:42–43. Pídales que se fijen en lo que sucede cuando nos arrepentimos de nuestros pecados. (Si es posible, invite a los niños a que marquen estos versículos en sus Escrituras). Cuente brevemente el relato de Enós (véase Enós 1:1–4) y pida a un niño que lea Enós 1:5–8. Testifique que la expiación de Cristo hace posible que se nos perdonen nuestros pecados.
Entregue a las niños la siguiente hoja de ejercicios para que completen durante el Tiempo para Compartir sobre el arrepentimiento de Enós. También esta hoja pueden llevarla a sus casas para trabajar con sus familias, e incluso compartirla en la siguiente Noche de Hogar.
Explique que las personas que se han arrepentido y se les ha perdonado de sus pecados tienen el deseo de servir a Dios. Divida a los niños en tres grupos y entregue a cada grupo una de las siguientes láminas y referencias de pasajes de las Escrituras:
1. Alma bautizando en las Aguas de Mormón
(Mosíah 17:2–4; 18:1–17);
2. Jonás
(Jonás 1–3);
3. los anti-nefi-lehitas enterrando sus espadas
(Alma 23:4–18; 24:6–19).
Explique que estos relatos hablan sobre la gente que se arrepintió de sus pecados y sirvió al Señor. Pida a cada grupo que repasen las Escrituras y se preparen para presentar una dramatización mostrando cómo se arrepintieron estas personas y sirvieron al Señor (enseñando el Evangelio, sirviendo una misión y rehusándose a pelear).
Un comentario
Pingback: Ven, Sígueme para niños | Preparad el camino del Señor. Mateo 3; Marcos 1; Lucas 3 | Conexión SUD