El Presidente Henry B. Eyring, durante su servicio como miembro del Quórum de los Doce Apóstoles enseñó: “Asistan a las reuniones, aun cuando les parezca difícil; si tienen la determinación, Él [el Señor] les ayudará a encontrar la fortaleza para hacerlo.”
Lección 1: Ser valiente.
Cuando pertenecía a la organización de los Hombres Jóvenes solíamos tener las mutuales los días sábados en la tarde. Recuerdo una ocasión en que debía asistir a la mutual y estando cerca la hora de la reunión aun estaba en mi casa porque no tenía deseos de asistir por algunos desánimos que estaba afrontando como joven. Entonces mi papá viendo que no había asistido, me recordó de la reunión, sin embargo le dije que no quería ir más a las mutuales. Mi papá quién en ese momento era el obispo del barrio, mientras me estaba persuadiendo a asistir a la mutual, me enseñó una lección que aún recuerdo, él me dijo: “no es fácil ser mormón, no cualquiera es mormón, hace falta tener verdadero valor para guardar los mandamientos”. Esas palabras me hicieron pensar, pero también me hicieron entender que yo debía tener el valor de asistir a las reuniones de la Iglesia sean cuales sean mis circunstancias.
Lección 2: La Iglesia no es para gente perfecta.
Años después mientras yo me encontraba prestando servicio como misionero regular recibí otra lección acerca del asistir a las reuniones de la iglesia de parte del Elder Francisco J. Viñas en una conferencia de misión, él dijo: “La iglesia no es un museo de santos, sino una clínica de imperfectos”, en ese entonces recordé la escritura que dice: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar al arrepentimiento a los justos, sino a los pecadores” (Marcos 2:17). Si no estamos bien espiritualmente, mayor necesidad de ir a la iglesia tenemos. Cada vez que he asistido a las reuniones de la Iglesia he tenido la oportunidad de adorar al Señor a través de los himnos, las oraciones, al recibir enseñanzas de mis líderes y amigos y prestando servicio.
Lección 3: Recordar a Dios.
La razón por la que vamos a las reuniones de la Iglesia es para guardar los mandamientos, adorar al Señor y tener su Espíritu, en las escrituras leemos que en donde dos o tres se reúnen en el nombre del Señor, allí estará Él por medio de su Espíritu (Mateo 18:20). Cuando pensamos en el Señor y las cosas que ha hecho por nosotros invitamos al Espíritu a nuestra vida. En otra conferencia de mi misión el Elder Carl B. Prat dijo: “El acto de recordar las cosas que el Señor ha hecho por nosotros invita el Espíritu Santo”, entonces fue cuando entendí mejor los pasajes del libro de Mormón cuando los profetas llamaban al arrepentimiento a los pueblos al decir: “Recordad, recordad” o “¿Cómo es que os habéis olvidado?”, los profetas querían que las personas recordarán lo que el Señor había hecho por ellos, también ahora tiene mayor sentido para mí que una de las promesas que hacemos en la Santa Cena es el “recordarle siempre” para que podamos tener el Espíritu con nosotros.
Los animo a que puedan ir las reuniones de la iglesia, en especial a la reunión sacramental para participar dignamente de la Santa Cena y también para compartir en las clases lo que entienden del Evangelio y recibir de lo que otros entienden del Evangelio, es durante esas reuniones donde serán edificados y se cumplirá la promesa del Señor: “De manera que, el que la predica y el que la recibe se comprenden el uno al otro, y ambos son edificados y se regocijan juntamente.” (D y C 50:22).
Gracias por compartirnos es muy edificante saber q no es fácil ser mormón mas sin embargo me fortalece serlo saludos
muchas gracias por la ayudada espiritual q nos proporcionan voy a utilizarlas Para la noche de hogar
GRACIAS POR ESTOS CONSEJOS